Por Eduardo Rivas, corresponsal de NOVA en Zárate

Cuando la semana pasada el Intendente Osvaldo Cáffaro anunció que había pedido al Gobernador Axel Kicillof que Zárate y otros Municipios vecinos pasaran a fase 2, mencionó que lo hizo sobre la base de un informe elaborado por el Consejo Asesor de Salud que así lo recomendaba. Si bien dicho informe no se hizo público, en nuestro artículo escrito entonces exhibíamos que ni Campana ni Exaltación de la Cruz, los dos Distritos mencionados por el Intendente, padecían una situación como la de Zárate, que ameritara tener un tratamiento similar.

¿Qué ocurrió desde entonces?

Se acentuó lo que se veía hasta entonces, lo cual corrobora lo que dijéramos entonces.

Zárate aumentó la cantidad de testeos en un 5,4 por ciento, muy por encima del aumento del 3,5 por ciento de Exaltación de la Cruz y el 3,9 por ciento de Campana, pero aun así Zárate apenas llega a haber testeado al 15,8 por ciento de sus vecinos, bastante por debajo del 17,8 por ciento de los habitantes testeados por Exaltación de la Cruz y del 18,4 por ciento de los que testeó Campana. Parafraseando a Joaquín Sabina, Zárate está cumpliendo mal y tarde con su tarea, puesto que teniendo un gran incremento de tests realizados, tiene mucha tarea por delante todavía. Producto que no se testeó cuando se debía y se esperó a que los afectados del COVID-19 se acercaran con síntomas a los Centros de Salud.

¿Y qué información nos trae estos nuevos tests?

Mientras en Campana la cantidad de casos aumentó un 5,2 por ciento y en Exaltación de la Cruz lo hizo en un 5,8 por ciento, en Zárate el alza fue de un 9,1 por ciento. La aceleración de los casos positivos en Zárate es muy superior a la de los Municipios vecinos, y viene dado, fundamentalmente, al aumento de la tasa de positividad, es decir, Zárate no solo testea más sino que encuentra más casos positivos entre los testeados. Como era de esperar.

La segunda ola le llega a todos, pero a algunos peor que a otros. Mientras en Campana el aumento de la tasa de positividad es del 1,3 por ciento, en Exaltación es del 2,1 por ciento... y en Zárate del 3,6 por ciento.

Y a la par, la tasa de recuperación cae en Zárate un 0,9 por ciento, por encima del 0,8 por ciento de Exaltación de la Cruz y del leve aumento del 0,1 por ciento que experimentó Campana, es decir, en Zárate son menos los casos recuperados, porcentualmente, que una semana atrás, puesto que presenta el peor indicador frente a sus vecinos.

También Zárate es quien tuvo en estos días peores indicadores en lo referido a fallecidos. Con la salvedad que hemos mencionado de la enorme cantidad de casos de muertes acontecidas previamente al cambio de fase y que, sospechosamente, se informaron una vez anunciado el cambio. Mientras que en Zárate los decesos aumentaron un 8,1 por ciento, en Campana crecieron un 4,1 por ciento y en Exaltación de la Cruz no hubo nuevos fallecimientos, esto provocó que por el crecimiento de la cantidad de casos positivos en Exaltación de la Cruz la tasa de letalidad se redujera un 5,4 por ciento, en Campana un 1,1 por ciento y en Zárate apenas un 0,6 por ciento, ubicándose en valores de 2,3 por ciento en Zárate, un 1,6 por ciento en Campana y un 1,5 por ciento en Exaltación de la Cruz.

Tampoco es buena la performance de Zarate en lo que respecta a vacunación, puesto que pese a que fue quien más aumentó porcentualmente la cantidad de inoculados, apenas tiene vacunados al 13,5 por ciento de sus vecinos mientras que Campana ya inoculó al 17,9 por ciento y Exaltación de la Cruz al 20,4 por ciento de sus habitantes.

Queda claro entonces que los restantes Distritos vecinos no están tan mal como Zárate, según lo que sostienen las autoridades municipales buscando diluir sus responsabilidades, y esto tiene que ver porque en Zárate las cosas se hicieron mal desde el inicio de la pandemia. Se testeó poco y mal. Se ocultaron casos positivos. Se ocultaron fallecidos. Se manipularon las estadísticas a gusto y necesidad del gobierno municipal. Sería oportuno que las autoridades explicaran el porqué de todo este proceso.

Cáffaro no tenía razón en sus argumentos basado en el supuesto informe, por lo que sería interesante conocer su contenido para entender cuáles fueron sus variables de análisis que, a las pruebas está, no son las oficiales del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires.

Está claro que el problema de Zárate no es el cambio de fase sino lo que el Gobierno está dispuesto a hacer y hace para enfrentar la pandemia. Mientras en los Distritos que el propio Intendente Cáffaro eligió para compararse los problemas del COVID-19 son mejor administrados, en Zárate no se percibe igual respuesta.

Como se ve mientras algunos se metieron al mar habiéndose preparado y eligiendo bien hasta donde entrar y por qué lado intentar capear mejor el temporal, hay otros que con el mar embravecido esperaron que las corrientes lo llevaran a buen puerto y la ola pone en zozobra el barco.

Hoy Zárate parece ser un barquito de papel en medio de la tormenta.

‘No puedes cruzar el mar simplemente mirando el agua.’

Rabindranath Tagore