El pasado domingo 5 de junio, la Policía Bonaerense arrestó a Daiana Soledad Abregú (25) por una contravención menor, disturbios en la vía pública: la joven había encontrado a su ex pareja con otra mujer y descargó su enojo contra el auto de él.
Los efectivos de la fuerza, entonces, la llevaron a los calabozos de la Estación de Policía Comunal de Laprida, localidad ubicada a 430 kilómetros al Sudoeste de la Ciudad de Buenos Aires. Horas después, Daiana fue hallada muerta dentro de la celda.
Cuándo salen Berni y Kiciloff a aclarar esta muerte y tantas otras similares, ocurridas en comisarías de la provincia de Buenos Aires???
— VaKero (@cokidella) July 16, 2022
Muerte de una joven madre en una comisaría de la Bonaerense: la segunda autopsia probó que no se ahorcó - Infobae https://t.co/XVnlp2wxUF
La versión policial indicó que se trató de un suicidio: desde la comisaría describieron que la joven había sido encontrada con una campera azul alrededor de su cuello. Sin embargo, la familia de la joven fallecida, desde un primer momento, desconfió de esa versión y cuestionó el accionar policial.
Una primera autopsia, realizada por la Asesoría Pericial del MPF en Azul, determinó que la asfixia fue la causa de muerte e indicó que la única lesión era la que supuestamente había provocado la campera en su cuello. No había otros golpes o signos de tortura.
Pero los resultados preliminares de un nuevo análisis forense sembraron aún más dudas sobre los dichos de los policías que estuvieron aquel domingo en la comisaría, ya que concluyó que Daiana no presentaba lesiones en el cuello compatibles con el ahorcamiento y que murió por un cuadro general asfíctico.
“A la espera de los informes finales, este resultado echa por tierra la hipótesis del suicidio, tal como habían sostenido los funcionarios policiales desde el primer momento. Es decir, la escena en que fue hallado su cuerpo fue armada por los funcionarios policiales para ocultar lo ocurrido, confirmando varios indicios obrantes en la causa”, consideraron desde la Comisión Provincial por la Memoria (CPM), que había solicitado ese procedimiento en carácter de particular damnificado institucional en sus funciones como Mecanismo Local de Prevención de la Tortura.
En concreto, el informe preliminar de la reautopsia estableció que, “examinado el cuello, no se observó surco de ahorcadura”. Además, afirmó que “no se constataron lesiones en músculos del cuello” y tampoco “alteraciones en laringe. Hueso hioides indemne”. En conclusión, la joven murió por un “síndrome general asfíctico”; los estudios complementarios y el informe definitivo deberán demostrar con qué mecanismo se produjo la muerte.