El parrillero que era buscado por el crimen de un joven de 21 años, asesinado de un escopetazo en la localidad de Temperley, se entregó el miércoles en los Tribunales de Lomas de Zamora.
El hombre declaró que el disparo lo realizó sin intención, cuando se defendía de un robo cometido por la víctima fatal.
Sin embargo, el fiscal de la causa, Gerardo Loureyro, consideró que se trató de un “homicidio agravado por el empleo de arma de fuego” contra Adrián Caro y dispuso que siga preso.
El acusado, identificado como “El Gordo” Hernán, fue indagado por el representante del Ministerio Público. De acuerdo a su testimonio, la víctima lo asaltó con una pistola y él tomó una escopeta con la que lo quiso “asustar”.
Según sus dichos, en ese momento se le escapó un disparo que impactó en el cuerpo de Caro, quien se retiró caminando herido del lugar hasta que falleció unos minutos después.
No obstante, los investigadores no encontraron ninguna pistola y solo encontraron el taco de una escopeta, por lo que la versión del parrillero no coincide con los elementos reunidos hasta el momento en la causa.