En continuación con lo que fueron los juicios millonarios de los "ñoquis" de la ex sindicalista Ilda Mercedes Morro a la Unión de Trabajadores Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina (UTHGRA) de Mar del Plata, se filtraron detalles controversiales de lo ocurrido en las 3 causas presentadas.

Más allá de su sobrino Miguel Morro (ex asesor) y su conflictiva hija Marcela Todoroff (intento de artesana), el foco se puso especialmente en su "mano derecha" Samanta Sainz. Esta última se dedicó como contable administrativo y preceptora del Centro de Formación Laboral (CFL) 405, a "jornada completa".

Lo irónico es que Mercedes Morro, quién debía defender el trabajo en blanco, confesó como testigo en la causa de Sainz que la habría tenido como empleada "en negro". Según acercaron fuentes judiciales a Causa Judicial, la ahora concejal oficialista no habría tenido reparos en dejar asentado tal hecho.

Así como Morro no tuvo freno de saltar desde las filas del Frente Renovador (FR) a Juntos por el Cambio (JxC), o también pasar del amor al odio con el sindicalista Luis Barrionuevo, no es ilógico visualizarla como una defensora del trabajo en negro luego de supuestamente defenderlo.