Una perito de parte dio su testimonio este viernes en base a una evaluación psicológica que le realizó el 2019 a la imputada, madre de la víctima.
Sigue el debate oral en el Tribunal Oral en lo Penal Nº 1 de La Plata por el juicio de Mia Aguirre, una niña de 3 años que falleció presuntamente por maltrato infantil en el año 2014 en Berisso. Los imputados son Cecilia Cabrera, madre de la pequeña, y su pareja en ese entonces, Sergio Argañaraz. El hombre está acusado de abusar sexualmente a la menor y de golpearla de manera sistemática, ya que Mía presentaba golpes de distintos estadíos y lesiones en la zona anal, datos que fueron corroborados por los peritos oficiales.
Por su parte, la defensa de Cabrera intentó incorporar a la causa la violencia de género que habría sufrido por parte de Argañaraz, trayendo al estrado a una perito de parte. Este jueves, la profesional dio su testimonio sobre el informe psicológico que le practicó a la imputada en el 2019. En palabras de la psicóloga Fiorella Paula Giambruni, “abordó la pericia con lectura desde la perspectiva de género” y realizó dos entrevistas con metodología clínicas semidirigidas para indagar sobre la historia familiar.
“Surgieron elementos o manifestaciones que dan cuenta de una historia de vida donde aparecen cuestiones del orden del desamparo, violencia hacia ella, dificultades intravinculares y falta de afecto. La separación de los padres la afectó y siempre tuvo una mala relación con la madre y hermanas”, expresó en su testimonio.
La perito, que tuvo el acompañamiento de funcionarias del Ministerio de Mujeres de la Provincia, aseguró que la mujer padecía de “falta de contención''. A su vez, sostuvo que la relación con Argarañaz era de un “vínculo conflictivo” y por eso la madre de ella la “echa” de su casa, mientras que Mía permanece en el domicilio de su abuela materna.
“Aparecen indicadores propios de lo que puede considerar violencia, control, aislamiento y sumisión. Ella siempre era llevada y traída al trabajo, en la casa permanecía aislada y le sacó el teléfono celular y las redes sociales”, contó en su informe la perito respecto a Argañaraz.
Consultada por los abogados del particular damnificado, Matias Pietra Saenz y Andrea Reynoso, sobre si podía haber cambiado su testimonio en base a su beneficio, la licenciada respondió que “sí”, que podía haber cambiado. Aunque en todo momento se aseguró que las palabras de la imputada durante las entrevistas eran “genuinas”.
En un intento por demostrar que Cabrera no era una persona “sumisa”, la defensa de Argañaraz solicitó que se incorporen en el juicio dos causas por riña que involucran a Cabrera en el tiempo en el que estuvo alojada en el penal, luego de que la perito afirmara que no notó signos de que Cabrera sea una persona violenta. Esas pruebas serán incorporadas por lectura al debate.
Además, la fiscal de juicio, Silvina Langone, pidió el cambio de encuadre de los imputados. Para Argañaraz solicitó que se amplíe a abuso sexual con acceso carnal agravado por ser un menor de edad y en situación de convivencia preexistente seguida de muerte, mientras que para Cabrera pidieron el mismo encuadre pero por haber cooperado en la comisión del delito.