Un bebé de apenas 20 días fue sustraído de la casa de su madre nada menos que por su padre, un joven de 20 años cuyo vínculo sentimental con la mujer había finalizado. El hecho tuvo lugar en la ciudad de Clorinda, perteneciente al departamento Pilcomayo de la provincia de Formosa.

La situación ilegal fue denunciada ante la policía por la madre del niño, de 23 años, y generó un intenso operativo cerrojo, ocupando todas las unidades disponibles para abocarse al caso. Según explicaron luego las autoridades de la fuerza provincial, la cercanía con la frontera hacia Paraguay tornó el hecho particularmente sensible, dado que podría haberse tratado de un rapto que aumente su gravedad y disminuya las chances de ubicar al menor sustraído con el correr de las horas.

Finalmente, el bebé logró ser ubicado en una vivienda del barrio Porteño Norte, donde el progenitor lo había dejado al cuidado de unos familiares.