A pocas horas del comienzo de las elecciones en la provincia de Santa Cruz, la temperatura política aumenta a niveles críticos. Dos de los tres candidatos más destacados para suceder a la actual gobernadora Alicia Kirchner, tras sus dos mandatos consecutivos, presentan perfiles marcados por la controversia, la historia violenta y las promesas de paz en medio de un clima de tensión y agitación.

Claudio Vidal - "Por Santa Cruz" - PRO:

Por un lado,el diputado nacional y sindicalista petrolero Claudio Vidal busca ocupar el puesto de máxima autoridad en Santa Cruz a pesar de una historia llena de sombras y conflictos.

Vidal estuvo vinculado a la trágica muerte de un obrero durante un enfrentamiento con la UOCRA en 2015. Las acusaciones de portación y tráfico de armas se sumaron a su expediente, arrojando una sombra aún más oscura sobre su trayectoria.

Ese año, durante allanamientos en distintas ciudades revelaron un perturbador hallazgo: se descubrieron 20 armas de alto calibre en un vehículo que supuestamente estaba vinculado al sindicato de los petroleros.

Vidal terminó detenido, junto a otros siete miembros del gremio. A todos ellos les dio positivo el control para determinar si manipularon pólvora (dermo-nitro-test).

En este contexto, la UOCRA advirtió que, en caso de que Vidal resulte victorioso en las elecciones, esto podría desencadenar un enfrentamiento, reviviendo temores de que la violencia regrese a la provincia.

Pablo Grasso - Unión por la Patria:

Luego se encuentra el candidato a gobernador del partido Unión por la Patria, Pablo Grasso, quien no está exento de controversia. Aunque su apellido podría no resonar en el votante promedio, su elección de compañero de fórmula ha llamado la atención.

Diego Javier Paz, postulado como Diputado por el Pueblo de El Calafate, tiene un historial policial que sus críticos han resaltado. En el pasado, Paz fue detenido en relación con un violento tiroteo en el barrio San Benito, donde hubo una víctima fatal y varios heridos.

El hecho brutal ocurrió en abril del 2016. Paz por esos tiempos era señalado como “el pistolero de la UOCRA” representación que tenía a cargo como delegado del sindicato en El Calafate en aquellos años y sobre quien junto con su cómplice, después de la balacera protagonizada en Río Gallegos, la policía había emitido la correspondiente “alerta” por la “fuga de los sospechosos advirtiendo que estaban armados y eran peligrosos”.

Paz se entregó, fue trasladado al juzgado Penal 2, mientras buscaban a su cómplice Marcelo “Machi” Mercado.

Un detalle de aquellas pesquisas es que la policía halló elementos que comprometían a Paz, como la camioneta en donde había emprendido la huida luego de la balacera mortal, en donde estaba “la llave del vehículo envuelta en una toalla y alambre junto a una bala servida, con la cual ultimaron a un trabajador”, describe el diario lasherense.

Luego, una de las víctimas ( que sobrevivió de milagro luego de recibir al menos tres balazos en el cuerpo) señaló al actual candidato de Grasso como autor del homicidio.

Héctor Javier Belloni - Intendente de El Calafate:

Frente a este clima de tensiones y propuestas violentas, Héctor Javier Belloni, intendente de El Calafate, emerge como el candidato que busca aportar un mensaje de paz y reconciliación.

Mientras que los otros dos candidatos son señalados por sus historiales cuestionables y enfrentamientos pasados, Belloni pretende traer estabilidad a la provincia y evitar que la violencia política y sindical se apodere de Santa Cruz.

Con elecciones que se avecinan, los votantes no solo determinarán el próximo líder de la provincia, sino también el rumbo de la estabilidad y seguridad en un territorio donde la historia violenta parece amenazar con repetirse. El resultado de las urnas definirá si la tierra fría de Santa Cruz logra calmar su calentura política.