25 de julio de 2023
Interés General

Dolar

El Gobierno no genera confianza: el dólar escaló y llegó a 555 pesos

El tipo de cambio en el mercado paralelo volvió a romper récords históricos y se disparó hasta los $555 en las operaciones del día lunes.
El tipo de cambio en el mercado paralelo volvió a romper récords históricos y se disparó hasta los $555 en las operaciones del día lunes.

El experimento cambiario implementado desde diciembre de 2019 con múltiples paridades del dólar está sufriendo un proceso de agotamiento sin precedentes. Mientras los del Ministerio de economía apura un desembolso anticipado del FMI para llegar a las elecciones, un extraño comunicado del Fondo el fin de semana generó más dudas que certezas y este lunes se propició una mega-devaluación.

El Gobierno de Alberto FernándezCristina Kirchner se enfrenta a la cuarta gran corrida cambiaria en lo que va de su administración, una devaluación que el Fondo le estaba pidiendo a Massa pero que el ministro de Economía quería evitar antes de las PASO.

El tipo de cambio en el mercado paralelo volvió a romper récords históricos y se disparó hasta los $555 en las operaciones del día lunes. La brecha cambiaria con respecto al oficial volvió a superar el 93% y más de 100% con respecto al cambio mayorista.

El tipo de cambio implícito a través del mercado bursátil se acerca a una cotización de $500 (los valores nominales más altos registrados), mientras que el dólar Contado con Liquidación cerró el día en torno a los $535.

Sin un acuerdo claro con el Fondo Monetario, y con todas las metas trimestrales de la primera mitad del año completamente obliteradas, desde el Ministerio perdieron la escasa reputación que aún mantenía. Las recientes medidas impositivas y cambiarias anunciadas poco y nada sirvieron para restaurar la confianza y detener la corrida contra el peso.

La cuarta corrida en el seno del Gobierno kirchnerista no parece ser un simple episodio más de inestabilidad. A diferencia de los tres estallidos cambiarios predecesores, esta vez el Banco Central no está logrando recomponer sus reservas netas de manera significativa, y de hecho estas ya cayeron por debajo del umbral de los 11.800 millones de dólares.

Con el dólar libre escalando sin ningún techo aparente y con el saldo de reservas en rojo, el Gobierno se encuentra entre la espada y la pared para hacer frente a los próximos vencimientos con el FMI mediante el uso desesperado del swap con China y los encajes de dólares que respaldan los depósitos de los usuarios.

Por otra parte, el kirchnerismo debe lidiar con los desequilibrios provocados por su propia política cambiaria inconsistente aplicada entre 2020 y 2022, en donde se permitió que el dólar oficial acumulara una caída superior al 23% en términos reales en lugar de mantener el tipo de cambio real heredado de la gestión anterior.

Las inconsistencias que generan las medidas anunciadas por los de Economía

A pesar de los anuncios, las medidas no permiten una acumulación de reservas significativa y compatible con el acuerdo del FMI. Aunque el llamado “dólar ahorro” adquirió un valor similar al que tiene el dólar tarjeta, los recargos sobre las importaciones no están ni cerca de implementar un tipo de cambio implícito cercano al que sugiere el equilibrio de mercado.

De todos modos, los nuevos impuestos sobre las importaciones rápidamente se trasladarán a los precios, y al mismo tiempo los comerciantes de la economía informal siguen produciendo remarcaciones en base a la cotización del dólar paralelo (algo muy común en ferias barriales o en las ventas de indumentaria en el segmento informal).

El Gobierno supone amasar una recaudación de hasta el 0,8% del PBI mediante las medidas tributarias enunciadas, pero la incipiente recesión sobre la actividad económica (que comenzó en agosto del año pasado) opera en la dirección contraria.

En tercer lugar, y de la misma manera que las entregas anteriores, el Programa de Incremento Exportador (PIE) es monetariamente expansivo. Requiere que el Banco Central emita dinero para comprar los dólares que liquidan los productores agropecuarios. En un contexto en donde la inflación ya supera el 115% interanual, los programas monetariamente expansivos no hacen más que echar aún más nafta al fuego.

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