Cada vez es mayor un secreto a voces, las contrataciones a través de licitaciones públicas y privadas, tiene dueño.
Así pasa en la empresa Aguas Bonaerenses SA (ABSA), que tiene la concesión de agua corriente y cloacas en gran parte de la provincia de Buenos Aires. La empresa fue creada en el año 2002 a través de la figura jurídica de Sociedad Anónima, donde el Estado Provincial es el principal accionista.
Los contratistas entre ellas cooperativas de trabajo, empresas y autónomos indican que el director de compras de la empresa, Ignacio "Tato" Ramírez es el encargado del armado de pliegos y de la elección de los ganadores de las licitaciones de antemano.
Procesos poco transparentes, sin presencia de escribanos ni funcionarios,, sin contestar las preguntas a los pliegos, y aún peor respondiendo en algunos casos con información errónea para que los oferentes de buena fe presenten las ofertas y luego se las desestima por falta de documentación.
La duda surge si "Tato" Ramírez actúa como librepensador y rinde cuentas de su accionar al directorio de la empresa de aguas bonaerense.
A tal punto que en la última reunión de directorio de la empresa se aprobó un nuevo Reglamento General de Contrataciones para evitar impugnaciones y hasta denuncias penales con los manejos pocos transparentes de la gerencia de administración.
Este medio pudo averiguar que el último “dedo ganador” de Ramírez habría sido con la licitación de corte de pasto para las plantas depuradoras de ABSA.