Un empleado municipal deberá cumplir prisión perpetua tras ser condenado por el femicidio de su expareja, a quien asesinó en octubre de 2019 en la ciudad de Corrientes.
Se trata de Aldo Guarí, de 55 años, quien fue sentenciado por el Tribunal Oral Penal (TOP) 2 de esa provincia, que lo encontró culpable del delito de homicidio calificado por el vínculo y por mediar violencia de género contra Inés Andrea Pianalto, de 45 años.
El tribunal, integrado por los jueces Ariel Azcona, Juan José Cochia y Román Esquivel, dispuso en el fallo la aplicación de la Ley 27.452 (conocida como ley Brisa), que implica una reparación económica equivalente a una jubilación mínima para los hijos e hijas de mujeres víctimas de femicidio, según informó el Poder Judicial de Corrientes en su sitio web.
En ese sentido, el TOP 2 efectuó la comunicación pertinente "a fin de que los hijos menores de edad de la víctima puedan tramitar el cobro de una suma mensual y contar con la cobertura de salud dispuesta por la ley". Finalmente, se comunicó que los fundamentos del fallo serán dados a conocer el próximo 1 de diciembre a las 12.30.
A fines del pasado octubre, cuando los jueces leyeron las pruebas del caso, el acusado lloró al observar las imágenes de la escena del crimen que se proyectaron en la pantalla de la sala.
El femicidio de Pianalto ocurrió en la noche del 28 de octubre de 2019, en dependencias de la Delegación Municipal del Barrio Fray José de la Quintana de la ciudad de Corrientes, donde Guarí se desempeñaba como sereno.
Pianalto, que ya había iniciado los trámites del divorcio y que mantenía una relación amorosa con otro hombre, llegó a ese lugar para llevarle la cena a su ex pareja y padre de sus hijos, tal como lo hacía habitualmente para mantener una relación cordial.
Guarí le pidió reconstruir su vínculo y ella se negó, por lo que se produjo una discusión con un trágico desenlace. Luego de golpearla, la atacó con un machete y le produjo tres heridas fatales en el cuello, además de otras laceraciones en el cuerpo.
Luego, el agresor intentó suicidarse cortándose el cuello, aunque solo consiguió causarse heridas leves. Además, llamó por teléfono a sus hijos para informales que su madre estaba muerta.
“Había sangre por todos lados y cuando toqué a mi madre la sentí fría, por lo que me di cuenta que estaba muerta porque tenía muchas heridas. Pensé que mi padre también estaba muerto porque sangraba mucho en el cuello, pero en un momento lo vi moverse por lo que llamamos a la ambulancia”, relató uno de sus hijos, que aparece como testigo en la causa.
Según informaron medios locales, Guarí tenía al momento del femicidio una restricción por supuesto abuso sexual a su hija y una exclusión del hogar conyugal. Tras el crimen, se nombró "Inés Andrea Pianalto" a la plazoleta del barrio San Martín, ubicada en la intersección de las calles Pío XII y Exvías, en homenaje a la víctima.