Al menos dos testigos contradijeron la cortada que dio a la justicia el único detenido por el crimen de Lola Chomnalez, la adolescente argentina asesinada en 2014 en la playa uruguaya de Barra de Valizas, al sostener que no se cortó en el trabajo como dijo él para explicar cómo había llegado su sangre a la mochila de la víctima, informaron fuentes de la investigación.
Se trata de dos empleados de un supermercado de dicha localidad del departamento de Rocha, Uruguay, quienes declararon ante el juez letrado del primer Turno de ese distrito, Juan Giménez Vera, y a pedido de la fiscal Jéssica Pereira.
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— Portal Diario (@PortalDiarioAR) September 21, 2022
De acuerdo a las fuentes, al momento de quedar procesado como presunto autor material del homicidio, el único detenido por el caso, Leonardo David Sena, afirmó ante el magistrado que él era inocente a pesar de que un cotejo de ADN comprobó que la sangre en la mochila de Lola era la suya.
En su descargo, Sena explicó que el día del crimen él se cortó con una botella de vidrio mientras trabajaba en un supermercado de Valizas y que, luego, se fue a la playa a tomar unos mates y en esas circunstancias fue cuando encontró tirada la mochila de la víctima y al manipularla la manchó con la sangre producto de esa herida.
Ante esta situación, la fiscal Pereira propuso la declaración de tres testigos que trabajaban en el mismo supermercado al momento del hecho.
"Dos de estos testigos dijeron recordar al detenido, pero negaron el incidente que él describió", explicó Juan Willman, uno de los abogados de la familia Chomnalez en Uruguay, quien consideró que la versión del acusado "no queda corroborada".
"Nadie recuerda ningún incidente con cerveza ni ningún corte", señaló el letrado y agregó que Sena trabajó en el supermercado apenas "una semanita haciendo changas".
En ese sentido, una de testigo compañera de Sena en el supermercado, dijo al medio local Subrayado, que él "trabajó unos días" en el sector de "las cámaras", donde se dedicaba a "cargar casilleros" con la mercadería que dejaban en el depósito.
"Lo vi en algún momento, pero no más que decirle `buen día`. No tuve ningún problema con él ni otro contacto. Yo trabajaba en la fiambrería, adentro del supermercado y él en el fondo", agregó la mujer.
Sena fue detenido en mayo pasado, luego de que se conociera el resultado positivo del cotejo de ADN.
Según el juez Giménez Vera, a partir de este estudio se pudo de determinar que este hombre fue "quien depositó su material genético en la escena del hecho, es decir, en la toalla que estaba en el interior de la mochila que llevaba Lola el día que falleció y en su documento nacional de identificación argentino".
Para el abogado Willman, "está científicamente ubicado en el lugar del crimen", además de que Sena "reconoce haber tomado contacto con las pertenencias de Lola y que sustrae dinero de la mochila".