A pesar de que el gobernador Maximiliano Pullaro cuenta con su propia familia integrada por su esposa y 2 hijos, resulta que el mandatario santafesino tendría su vida extramatrimonial con Marcela Aeberhard como protagonista.

Según fuentes oficiales, confirmaron que ambos tendrían una relación secreta desde la etapa de Pullaro como ministro de Seguridad (2015 a 2019 en la gestión de Miguel Lifschitz). ¡Qué pícaro el gobernador de la Unión Cívica Radical!

Los orígenes de Marcelita en la política, se remontan al año 1999, cuando fue contratada por el entonces Presidente de la Fundación Centro,. Oscar Ariel Martínez (Cachi).

El tema fue así: era la persona con más capacidades y mejor promedio de su instituto de egreso. Por ese entonces la Fundación se ubicaba frente a la legislatura santafesina.

Políglota (maneja muy bien la lengua), y con un amplio conocimiento del difícil idioma alemán, demostró su facilidad para el uso de la lengua (en el sentido que el lector desee), ya que en cortísimo tiempo, paso a administrar el patrimonio de la citada Fundación.

Temida por sus enemigos, se creó el perfil de una verdadera Cleopatra, succionando con venerada fruición lo que tuviese tanto al frente como al costado, como una víbora lampalagua chaqueña, que devora todo a su paso.

Los sagrados sillones de rojos colores de la Fundación Centro, al tiempo comenzaron a mostrar la vulnerabilidad de sus resortes helicoidales, así como la dificultad por parte de la fámula, para limpiar blanquecinas manchas resistentes al imbatible “Clif”, tirando por el piso cualquier ardid de los tapiceros.

No pocas personas cerraron las puertas en màs de una vez, al encontrarse con escenas propias de una novela rusa, cual Catalina la Grande, que organizaba veladas en las cuales en el mejor momento….se apagaba la luz. Y cada cual con su cada cual.

Pero todo no terminaba ahí. En la campaña para intendente del año 2003, un candidato contrató un motorhome para no desperdiciar los tranquilos amaneceres que pintara Juan Arancio y pusiese letra Julio MIgno.

Cuenta la historia que, una noche la consorte con acta de casamiento, encontró a la susodicha dentro del colectivo, realizando con su cuerpo una coreografía de alto voltaje erótico, emulando un número inmediatamente anterior al número 70. La fornicación estaba perpetrada, y los bíblicos mandamientos habían sido vulnerados.

Años mas adelante, se casaría con un abogado de la ciudad de Reconquista, el cual se encargaría entre otros menesteres, de cambiar carátulas de Narcos en Corrientes y zona de influencia.

Por orden de “arriba”. De repente, el material que hizo de Bolivia una blanca y cristalina potencia, pasó a figurar en las carátulas como “Harina 000”, “Sal Fina”, “Yeso blanco”. Así, los estudios jurídicos pasaron a engrosar sus arcas, que tenían como destino la financiación de campañas políticas. ¿Se habrá financiado Pullaro con dinero del narcotráfico, como insinuó su contrincante interna, Carolina Losada?

Rumoréabase que, los camiones de las empresas “Brink” y otras, eran “Fiat 600”comparado con las millonarias sumas que manejaba. Por esa época “We transfer”, comenzó abrir mas y más sucursales en la zona sur.

Una “workaholic”, fanática del trabajo, y un verdadero “Libro Gordo de PETE –TE” sus múltiples propiedades hablan de su prosperidad. Se divorció al poco tiempo, cuando comenzaron hacerse públicos sus “Affaires” y su contorsionismo, una verdadera boa constrictora, cuyos anillos no solo le servían para aniquilar sus enemigos sino para generar intensos fuegos en los miembros de la Cámara de Diputados santafesina, que luego se transmutarían en cargos millonarios.

En el año 2013, traicionó la “Omertá”. Mordió la mano de su jefe político, partiendo el bloque y quedándose con una jugosa caja en donde 43 compañeros tenían su “quintita”, para “Santafesino 100 x100”.

Quedó así un tendal de heridos, que su ex compañero de bloque German Kahlow no podía solventar de su pecunio. Pero la ventura de la vida hizo que Germán hoy, talle fuerte en el Ente de la Hidrovía, estando al tanto de “la blanca” harina que sale de Timbúes hacia Barcelona, Dinamarca y otros países propios de un cuento de “Heidi”.

“Argentina, granero del mundo”, dijo alguien. Hoy, con la hidrovía, se ha cumplido. Pero de eso no se habla.

Ya contaremos el presunto vínculo de Marcelita, su suggar daddy  Pullaro y el narcotráfico santafesino. Pero eso da para otro informe.

Paciencia, estimados lectores. El tema da para largo…